Generación Independiente, GENTE, frente a las negociaciones en México: ¿Quién rinde cuentas aquí?
Ante las negociaciones iniciadas en México entre el Gobierno interino de Juan Guaidó y el régimen de Nicolás Maduro, desde GENERACIÓN INDEPENDIENTE (GENTE), deseamos hacer del conocimiento público, lo siguiente:
La experiencia demuestra que en años recientes el régimen de Maduro ha utilizado los procesos de diálogo para prolongar su ilegítima permanencia en el poder. Un balance que nos negamos siquiera a imaginar para el futuro inmediato.
Hasta ahora, sobre los procesos de negociación anteriores nadie ha dado explicación alguna, más allá de una que otra opinión suelta; de algunas parcializadas especulaciones o de los infaltables (como deseables) “tubazos” periodísticos. En realidad, nadie conoce ni formal ni oficialmente por qué fue que fallaron. Nadie ha tenido conocimiento certero acerca de los puntos discutidos o de cuáles fueron los planteamientos hechos por las partes y la reacción de cada una de ellas. Ni siquiera para el acervo documental de nuestra historia contemporánea.
Cabe preguntar entonces a quienes piden avalar nuevas conversaciones, negociaciones o acuerdos, ¿Quién rinde cuentas aquí? ¿Nadie? ¿Tan poco respeto existe por la ciudadanía y el electorado venezolanos? ¿Qué pasó con las negociaciones anteriores? Pareciera que la gente solo importa en la medida en que pueda ser convocada para legitimar con su voto los acuerdos alcanzados entre cúpulas partidistas. Tanto irrespeto por nosotros mismos no se puede repetir.
Conocidos ya los puntos de la agenda de negociación actual, los venezolanos constatamos que este proceso en México prácticamente empieza desde cero. Las lecciones aprendidas de anteriores ocasiones no se evidencian en forma alguna. Las mejores prácticas que cabría esperar ahora, hasta en aspectos de forma han sido inobservadas.
Y para muestra, un botón; la formal identificación de las partes negociadoras ab initio en el “Memorando de Entendimiento”, fue hecha incorrectamente. No se trata de un hecho menor. Ello constituye más bien un error jurídico-político que pudiera eventualmente acarrear graves consecuencias en lo sucesivo. No lo deseamos, pero consideramos nuestro deber advertirlo.
Es hora de que el pueblo venezolano exija con seriedad a su clase política dirigente que asuma plenamente la responsabilidad de sus actos y rinda cuentas ante el país. La discrecionalidad en el manejo de estos procesos resulta comprensible, pero sería inaceptable que se repita ahora el mal disimulado y casi siempre exacerbado secretismo que inevitablemente termina por generar desconfianza entre los venezolanos, hastiados como estamos todos de la mala praxis política.
Hay asuntos que se pueden negociar y otros que no. Desconocemos como se han realizado las consultas para incorporar los puntos de la agenda. Intuimos que ha sido un tema conocido y manejado por muy pocos, pero, en todo caso, advertimos que ningún tema político se da en el vacío.
Es imposible ignorar que en el plano internacional están en trámite asuntos delicados y del más alto interés nacional que no pueden ser olímpicamente ignorados, ni tratados con ligereza. El tema en la Corte Penal Internacional, por ejemplo, como también el caso del Esequibo en la instancia de la Corte Internacional de Justicia, forman parte de ese contexto, y resulta extraño que, tratándose de asuntos de Estado, parecieran no influir de ningún modo en el interés de quienes hoy “negocian” en México.
A lo interno de nuestro sistema político, la situación no es menos delicada. Todos conocemos la situación de extrema gravedad a la que se nos ha llevado y a la que se pretende agregar, por vía de la imposición, el llamado “estado comunal” que, sin duda, terminaría por desarticular las endebles estructuras democráticas que con grandes dificultades aún se mantienen en pie en nuestro país.
Frente a todo esto, sorprende que en México la prioridad se comprima exclusivamente al reducido ámbito político-electoral, por importante que este pueda ser. Creemos que no hace falta recordar, para ponerlo en pocas palabras, que en Venezuela hay gente que muere de mengua.
GENTE no tiene ningún tipo de expectativas frente a los eventos que se desarrollan en México, pero observa que de imponerse la improvisación, la desidia, el sectarismo, la sorna y/o la indiferencia en el ánimo de esta parte de la dirigencia nacional que allí se da cita con la intención de tratar temas trascendentales para el país, se afectarían consecuentemente los grandes intereses de la democracia.
Por último, deploramos que algunos sigan apelando a las descalificaciones personales; al insulto; al lenguaje soez y vulgar como recurso discursivo para defender una determinada posición o parcialidad política. Se insiste incluso en la necedad de proferir insultos a Estados y personalidades foráneos en lugar de exhibir siquiera un nivel minino de cortesía internacional.
La majestad de la política no debe descender a ese nivel. Exhortamos pues a todos los voceros de nuestro espectro político, para que utilicen un lenguaje de respeto y de altura, cónsono con las más elementales normas de convivencia que hoy demandan las civilizadas relaciones entre Estados y entre los seres humanos.
Caracas, 31 de agosto de 2021
Por la Mesa Ejecutiva Nacional de GENTE:
Noel Álvarez
Coordinador Nacional